martes, 2 de octubre de 2012

Cómo conseguir tus primeros clientes siendo freelance


Si bien es cierto que cuando comenzamos a ser conocidos en nuestra profesión, obtener nuevos proyectos en los que trabajar es relativamente sencillo, los freelancers que están dando sus primeros pasos se las ven y se las desean a la hora de conquistar a sus primeros clientes.
¿Qué pasos hemos de dar para conseguir nuestros primeros proyectos? ¿Dónde debemos buscar? ¿Cómo nos tenemos que promocionar? En este artículo les ofrecemos algunas pistas imprescindibles para todos los que se inician en este mundo. 
No te centres exclusivamente en los portales para Freelancers
Cuando no tenemos clientes, una tendencia lógica y natural es apuntarnos a portales de empleo que se dirigen exclusivamente al colectivo Freelance. Tal y como nos cuentan en Freelance Folder, algunos como eLance, Guru o Freelancer reúnen a miles de profesionales que diariamente ofrecen sus servicios en las más diversas áreas. En España, ejemplos parecidos los tenemos en Infolancer, o Trabajo Freelance.com
Aunque puede parecer una buena forma de encontrar un trabajo freelance, el problema de estos portales es que se basan en un sistema de pujas que suele acabar perjudicando al profesional, ya que su funcionamiento encierra un elemento que no podemos sino tildar de “malévolo”. La idea es sencilla. Una empresa o un cliente publica un aviso clasificado con una oferta en la que detalla lo que está dispuesto a pagar, y deja que los aspirantes se “peguen” entre ellos realizando pujas cada vez más bajas. 
Si realmente no tenemos nada mejor que hacer puede ser un sitio en el que empezar, pero siempre teniendo en cuenta que puede que lo que recibamos a cambio no merezca la pena del esfuerzo invertido.
Estar en todos los sitios a la vez
Una de las principales razones por la que los potenciales clientes pueden acabar dando con tus servicios/portafolio es porque acabas por aparecer en todos los sitios imaginables. Tus comentarios son apreciados en una gran cantidad de blogs especializados, e incluso colaboras activamente en los mismos escribiendo posts para ellos. Comienzas a tener un blog personal más que interesante, y tus cuentas en Facebook y Twitter tienen cada vez más seguidores. 
Por supuesto, tu perfil en LinkedIn es muy activo, ya que constantemente participas en debates relacionados con tu profesión, y has llegado incluso a ser moderador o administrador de tu propio grupo. El concepto como podemos ver es muy sencillo. Más presencia on-line (si es de calidad) suele equivaler a más clientes.
Mejora tu portafolio
Cuando hablamos de un portafolio profesional, la palabra que nos interesa es precisamente la segunda:“Profesional”. Con esto queremos decir que tu portafolio no debería ser un espacio en el que colgar todos tus trabajos profesionales o material creativo desarrollado a lo largo de los años. Debe ser un espacio en el que exponer exclusivamente lo mejor que sabes hacer, destacando únicamente los mejores trabajos.
En el caso de los portfolios, está demostrado que “menos es más”, y que a ojos de un cliente tiene más peso 10 trabajos expuestos de una altísima calidad, que 50 en los que se puede encontrar de todo. Procura además que sea lo más sencillo posible, potencia su usabilidad y recuerda que nada más entrar, el cliente debe saber qué es lo que estás vendiendo.
Escribe
Generalmente, los clientes quieren asegurarse de que van a contar con un especialista en un sector, no sólo capaz de desarrollar un buen trabajo, sino que además es reconocido por su comunidad. En este sentido, si tienen que elegir entre un freelance del que nunca han oído hablar, y otro que aparece con regularidad en varios blogs y que incluso ha escrito un libro, ¿a quién pensáis que va a elegir?
No se trata de escribir un libro, pero desde luego, los blogs son una forma fantástica de darnos a conocer. Existen incluso publicaciones especializadas que pagan por escribir artículos, lo cual puede ser un buen sitio en el que empezar.

Marketing a la antigua usanza
Aunque las redes sociales y el social media están en la boca de todos, no son la llave que te van a traer decenas de clientes llamando a tu puerta. A veces debemos ser nosotros los que demos un paso al frente y utilicemos algunas herramientas que siguen dando buenos resultados. Una de las mejores, aunque parezca mentira, sigue siendo enviar e-mails a “puerta fría”.
Basta con buscar el tipo de cliente que deseas en Google, y enviarle un mail en el que ofreces tus servicios. Puedes tener algunos e-mails ya preparados, aunque por supuesto, siempre es un detalle que le des cierto toque personalizado. 
Otra buena forma es dejándonos ver donde “se cuece” la acción. Muchos freelancers parecen padecer el síndrome de “no puedo salir de casa”. En cambio, una buena forma de conseguir clientes es dejándonos ver en reuniones, eventos especiales, seminarios, etc. 
Cuéntale a todo el mundo a qué te dedicas
¿Conoces la vieja expresión de…”Personalmente no conozco a la persona que necesitas pero tengo un amigo que sí conoce a la persona indicada”? Las posibilidades de encontrar clientes aumentan exponencialmente cuantas más personas sepan qué es lo que haces, cuáles son tus puntos fuertes, en qué sector te mueves como nadie, etc.
Incluye tu información de contacto en todos los sitios que puedas
Como indicábamos hace algunos párrafos, tu presencia on-line debe estar bien patente. Dedica unas horas cada semana en “promocionarte” en todos los sitios que te vengan a la mente. No basta con Facebook o LinkedIn, sino que tienes que ir mucho más allá. Piensa en foros de discusión, portales de anuncios, portafolios colaborativos, publicaciones on-line especializadas, etc. Sea donde sea, ahí tienes que estar  tú.
Que no parezca que estás desesperado por conseguir clientes
Es curioso como cuanto más trabajo tienes, más trabajo parece llegar a tu “bandeja de entrada”. Los clientes suelen huir “espantados” del freelance que aparentemente no tiene nada que hacer, que no está enfrascado en ningún proyecto o que dan la impresión de estar desesperados por conseguir un cliente. Cuando un freelance no tiene nada que hacer, el cliente como mínimo, lo encuentra muy sospechoso.
Tomado de: http://www.muypymes.com/2010/09/02/freelance-como-conseguir-tus-primeros-clientes

martes, 18 de septiembre de 2012

Freelance: ¿Tienes lo que hay que tener?


Son muchos los que piensan que cualquiera puede dar el paso y convertirse, de la noche a la mañana, en freelance. Muchos de los que piensan así, y dan “el salto” a ciegas, descubren antes o después, que las cosas no son tan fáciles como parecen.
Como en cualquier otro trabajo, el trabajo freelance ha de reunir una serie de prerequisitos básicos, independientemente del sector en el que esté especializado, que incluyen entre otras habilidade de comunicación y capacidad de auto promoción.
Requisitos básicos
Una habilidad
Lo primero que debemos poseer antes de si quiera considerar entrar en el mundo freelance, es una habilidad que podamos vender, que el mercado demande. Quizás seamos los mejores construyendo maquetas de barco, pero puede que no haya demasiado “público” interesado en comprar este tipo de producto. 
Conocimientos empresariales
Toda persona que tenga un trabajo freelance que quiera hacer de su pasión algo más que un hobby debería disponer de ciertos conocimientos básicos sobre el mundo empresarial, su mercado/sector, contabilidad y gestión de una empresa, etc. Con esto no queremos decir que necesitemos ser licenciados en Admnistración y Dirección de Empresas pero al menos, deberíamos tener nociones básicas cómo funciona una pyme.

Networking
Networking, la capacidad de relacionarnos y tejer redes de contactos que puedan proporcionarnos con regularidad proyectos y objetivos en los que trabajar, es una de las habilidades críticas que cualquier freelance ha de desarrollar si quiere dedicarse plenamente a su profesión. Como freelancers, sólo somos un nombre, por lo que será nuestra reputación, lo que cuenten de nosotros, lo que nos proporcionará (o no) clientes.
Tiempo
Muchos deciden tener un trabajo freelance únicamente a tiempo parcial o los fines de semana. Hay que tener en cuenta que el tiempo es uno de los activos más importantes con los que hemos de contar si queremos progresar en este campo. Si no somos capaces de garantizar una dedicación constante a nuestra labor como freenlancer es mejor no empezar. No importa si son cinco, dos o ocho horas al día, hemos ser capaces de manejar el tiempo de la misma forma que lo hacemos en un trabajo “normal”.
Habilidades personales
Compromiso
Sólo triunfaremos si somos capaces de comprometernos con nuestro trabajo desde casa. Para el freelance, los inicios son duros, mucho más duros que en cualquier otro trabajo en el que recibe una nómina a final de mes. Sólo si estamos absolutamente convencidos de lo que hacemos, somos tenaces, y nos nos importa trabajar muchas horas seremos capaces de sobrevivir a la primera etapa.
Capacidad de promoción
El éxito de nuestro “trabajo desde casa por internet” está íntimamente relacionado con la capacidad que tengamos para promocionarlo. El marketing personal, y dedicar tiempo a construir nuestra imagen de marca son tareas esenciales para darnos a conocer. Al principio, deberemos dedicar casi tanto tiempo en trabajar en nuestros proyectos como en trabajar en nuestra identidad corporativa, nuestra imagen de marca y nuestras relaciones públicas.
Capacidad de organización
El perfil de un freelance con éxito responde necesariamente al de una persona organizada, con capacidad de planificación a corto pero también a largo plazo. Es una persona que en cualquier momento sabe acceder a la información que necesita, que no “pierde los papeles (en sentido literal y metafórico)” y que dispone, en caso de que las cosas se tuerzan, de un plan B.
Capacidad de comunicación
Comunicar es tener la habilidad necesaria para transmitir nuestro mensaje, nuestra idea y convencer al que nos escucha. Podemos ser muy buenos en una tarea, pero si no somos capaces de contarla, de “venderla” no progresaremos demasiado.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

10 razones por las que no deberías ser freelance


No nos vamos a engañar. Este no es el mejor momento para dejar nuestra empresa y dar el salto al mundo del freelancing. Y no sólo porque la crisis económica parece que no anima a emprender una nueva “vida profesional” sino porque seguramente muchos no se han planteado lo que esto implica.
Si en otros artículos hemos comentado las ventajas y lo que tenemos que tener en cuenta para ser un buen freelance, en esta ocasión os ofrecemos diez razones para “desanimarlos”, porque no todo es tan bonito como muchos quieren “vender”. 
1. Piensas que es mejor que trabajar para una empresa
Uno de los principales errores que podemos cometer es que nuestra vida con un trabajo freelance va a ser más fácil que trabajar para nuestra empresa. Muchos piensan que al no tener que “pelearse” con sus jefes o con sus compañeros de trabajo, pueden obtener “libertad total” para trabajar en lo que realmente les apasiona.
Sin embargo, no tienen en cuenta que sobre todo durante los primeros años, la mayoría de los freelacers no pueden realmente escoger los proyectos en los que quieren trabajar. Básicamente tienen que trabajar en “lo que salga” y ese “lo que salga” puede ser mucho menos agradable/divertido de lo que podían imaginar en un principio.
Además, al no tener jefe o compañeros de trabajo, pierden también el apoyo que podían recibir de los mismos cuando se encontraban atascados en un proyecto. Nadie a quien preguntar, nadie en quien delegar ciertas tareas…
2. Falta de experiencia
Algunas personas recién egresadas de la universidad llegan a la conclusión que lo mejor que pueden hacer es “montárselo por su cuenta” y salir al mercado en busca de sus primeros clientes. Aunque para muchos puede ser una buena idea, la experiencia es un grado y en el mundo de los freelancers pesa más que en otros sectores.
En este sentido, la mayoría de nuestros posibles clientes nos pedirán que les mostremos el trabajo que hemos desarrollado para otros clientes. Aunque podemos mostrar ciertos trabajos que hemos hecho de forma personal para “inaugurar” nuestro portfolio, esto no es comparable a “vender” el hecho de que ya hemos trabajado para otras empresas.
Haber trabajado con anterioridad para otros clientes demuestra además que somos capaces de comprometernos con un cliente, que respetamos los plazos, que trabajamos de forma seria, etc. Si todo lo que tenemos en nuestro portfolio son proyectos personales, el cliente no puede hacerse a la idea de cómo es nuestra forma de trabajar.
3. Desconocimiento del mundo de los negocios
Cuando nos lanzamos al mundo del trabajo desde casa por internet hay que tener presente que además de ser muy bueno en nuestro ámbito debemos de tener conocimientos sobre facturación, marketing, relaciones públicas, fiscalidad y otra serie de habilidades de las que no nos teníamos que preocupar cuando trabajábamos para una empresa.
Es cierto que podemos contar con los servicios de una gestoría para muchas de estas cuestiones pero puede que si estamos empezando no nos podamos permitir contratar demasiados servicios. Además, muchas cosas deberemos hacerlas por nosotros mismos y eso nos robará tiempo de nuestro trabajo principal.
4. Necesitas obtener beneficios
Debemos afrontar toda una serie de gastos derivados del mantenimiento de nuestro propio trabajo en casaHay que tener en cuenta que tampoco vamos a contar con vacaciones pagadas, que el desempleo sigue siendo una cuestión bastante nebulosa y que no podremos darnos de baja por enfermedad.
5. No pienses que vas a ganar más dinero (al principio)
Muchos de los profesionales que deciden dar el salto al mundo del freelancing lo hacen porque piensan que van a ganar mucho más dinero. Al poder establecer sus propias tarifas y no tener que someterse a la “política” de la empresa es normal pensar que las condiciones económicas que pueden obtener serán mucho más ventajosas.
Aunque esto en parte es verdad, hay que tener en cuenta que deberán de costear equipos informáticos (y su mantenimiento), software dedicado y otras herramientas necesarias para el desarrollo de su actividad profesional. Además hay que tener en cuenta que no todas las horas que empleamos en el desarrollo de un proyecto son facturables. Por ejemplo, no podemos facturar nuestros clientes todo el tiempo que empleamos realizando trabajo administrativo.
Si por ejemplo nos equivocamos, perdemos nuestro trabajo y tenemos que volver a empezar, tampoco podemos facturar esas horas, porque el error es nuestro.
6. Falta de autodisciplina 
Si no somos disciplinados en nuestro “trabajo corporativo” difícilmente lo seremos al trabajar desde casa. Aunque cuando trabajamos para una empresa este extremo puede no ser dramático, cuando lo hacemos para nosotros mismos se vuelve en una cuestión crucial. Si pasamos más horas conectados a las redes sociales, leyendo e-mails y viendo la televisión que trabajando difícilmente vamos a llegar a fin de mes.
En este sentido, si pensamos que somos incapaces de someternos a una disciplina estricta, es mucho mejor que sigamos trabajando para nuestra empresa, donde tendremos más flexibilidad.
7. No amamos nuestro trabajo
Es difícil encontrar a personas a las que realmente les encante su trabajo. La inmensa mayoría acude a diario a trabajar con el único objetivo de llegar a fin de mes y poder permitirse algún lujo ocasional. No se despiertan cada mañana pensando en lo afortunados que son por estar en una empresa X haciendo lo que siempre han querido hacer.
Como en el caso anterior, si bien esto no es realmente tan importante cuando trabajamos en una empresa, si vamos a trabajar por nuestra cuenta se convierte en un elemento de la máxima importancia. No vamos a luchar por nuestro trabajo si realmente no nos apasiona lo que hacemos. Si nuestro trabajo nos aburre o incluso si nos desmotiva, trabajar por nuestra cuenta es la peor idea que podemos tener.
8. Muchas más horas de trabajo
Si vamos a empezar a trabajar por nuestra cuenta hay que tener muy claro que no vamos a sobrevivir si nos limitamos a la clásica jornada de ocho horas. Lo normal es que al menos durante los primeros años nos veamos obligados a trabajar de 12 a 16 horas diarias durante cinco días a la semana o incluso más.
9. Falta de espacio
Evidentemente vamos a necesitar un sitio en el que trabajar. No es necesario que dispongamos de nuestra propia oficina, pero al menos deberíamos contar con un espacio que utilicemos exclusivamente para trabajar. La idea de sacar adelante nuestro negocio desde el salón de nuestra casa sólo va a complicarnos la vida.
Además tenemos que tener en cuenta que vamos a perder el contacto diario con muchas personas, por lo que no es raro que después de la euforia inicial nos sintamos un tanto aislados de lo que se “cuece” fuera de nuestro hogar.
10. No sabemos dónde encontrar clientes
Aunque hemos dejado este punto para el final, probablemente sea el que más tengamos que tener en cuenta antes de lanzarnos a la aventura. Lo ideal es que antes de salir de nuestra empresa contemos con algunos clientes para poder empezar desde el minuto uno. Si no es así y además no tenemos muy claro cómo podemos llegar a posibles clientes es mejor que nos dediquemos a otra cosa, porque lo vamos a pasar realmente mal.

viernes, 24 de agosto de 2012

Consejos para trabajar como freelance


La aparición de las nuevas tecnologías y el mayor acceso a Internet han posibilitado la creación de nuevas oportunidades laborales. Hoy puedes trabajar desde casa en lo que te gusta como freelancer.
Trabajar por cuenta propia es, como mínimo, una experiencia realizadora. Eso sí, nadie te dirá que es sencillo. Evidentemente es mucho más cómodo trabajar en un horario impuesto y en unas tareas designadas por otros.
Tendrás que prepararte, entre otras cosas, para realizar ciertas tareas que no están directamente relacionadas con el desarrollo en sí mismo, tales como la búsqueda de clientes, la gestión y seguimiento de pago de las facturas, algo de contabilidad, y otras actividades con las que deberás lidiar te guste o no.
En este artículo voy a tratar de ofrecerles algunos consejos personales que recomendaría seguir a cualquiera que desee aventurarse a entrar en el mundo del trabajo freelance.

1. En primer lugar, ponte un horario y cúmplelo; como en cualquier otro trabajo para profesionales, necesitarás invertir un determinado número de horas para obtener un beneficio económico suficiente. Si persigues obtener una vida personal plenamente compatible con tu trabajo, el fijar un máximo número de horas que dedicarás a tu vida profesional es casi indispensable.

2. Debes ser organizado. Es vital que como freelancer establezcas una estructura o sistema de trabajo, tal como si fueras un trabajador independiente ya que no debes perder de vista nunca que te pagarán por tu trabajo.

3. Resulta imprescindible preparar la documentación necesaria para presentar nuestro trabajo y que, de este modo, empresas o particulares nos conozcan y decidan contratarnos. Dependiendo de la actividad realizada, se dispondrá de portafolios con ejemplos de las funciones realizadas, un book de fotografías en caso de ser fotógrafo y, por supuesto, un currículum actualizado en el que se especifiquen tanto los conocimientos como la experiencia laboral.

4. Deberás ser profesional. Esto determinará la forma en la que serás visto por quien te contrate y además cómo te sentirás respecto a tus trabajos.  

5. Los contactos son fundamentales sobre todo para aquellos que se inician como profesional freelance. Es importante crear una base de datos que recoja a las empresas que podrían estar interesadas en nuestra labor y, en caso de contar con contactos procedentes de antiguas experiencias profesionales, incorporarlos.

Crea un perfil en LinkedIn, Xing  u otras redes de contacto profesional, agrega a todo aquel que conozcas, e intenta completar tu currículum lo más detalladamente que te sea posible en ellos. Busca también aquellos grupos relacionados con tus conocimientos, y únete a ellos.

Por último, date de alta también en redes o listas de correo más especializadas, que tengan que ver con la actividad que normalmente desarrollas. Muchas empresas van en busca de profesionales independientes en estas redes.

6. Actualidad.  Asigna un tiempo fijo a la semana que dedicarás a tu propia formación, y respétalo como si de otro proyecto se tratase. Piensa en cuáles son tus puntos débiles, qué temas te gustaría reforzar, y ve por ellos. 

7. Una vez captes la atención de los primeros clientes, debes atender a todas sus sugerencias y ofrecerles las soluciones que buscan. Además, será necesario que establezcas unos horarios de trabajo que te permitan organizar todo el trabajo pues, aunque las funciones no se realicen en una oficina, necesitan de una planificación y unos tiempos.

8. Establecer precios. Otro factor fundamental es informarse acerca de los precios del mercado en la actividad realizada y, en caso de ser posible, ofrecer los más económicos como valor añadido a tu trabajo.

9. Fidelización. Además de mantenerte informado sobre las nuevas tendencias, debes ofrecer a tus clientes nuevas posibilidades que les mantengan fieles a tu trabajo.

10. Si te encuentras en una época de poco trabajo, y aún no quieres darte unas vacaciones, visita las ofertas de trabajo freelance en busca de actividades que puedas desarrollar. Seguramente no sean las mejor pagadas, pero si te ves apurado, siempre puedes recurrir a ellas para obtener algo de liquidez y darte a conocer aún más.

11. Es importante que fijes límites, para ti y respecto a los demás. Trabajar freelance tiene múltiples beneficios, uno de ellos es la flexibilidad y el hecho de que tú serás tu propio jefe pero no debes olvidar que para tener éxito esa libertad debe tener sus límites.
Además, debes recordarles a quienes te rodean que el hecho de estar trabajando  en tu casa no implica que estarás disponible para todo el mundo y cuando lo deseen. 

viernes, 17 de agosto de 2012

Ocho errores que comete un freelance poco profesional


Queremos profundizar precisamente en las malas prácticas y en esos errores de bulto que pueden costarnos un buen trabajo freelance.

Un portfolio de baja calidad

Un portfolio de baja calidad, o que esté por debajo de la media de nuestro sector, puede conseguir espantar a más de un cliente. Y no sólo hablamos de que la calidad del trabajo sea mala, sino que a lo mejor los trabajamos que incluimos son antiguos, o no pone de relieve las características que se están pidiendo en el trabajo para el que nos hemos preparado.
O peor aún, que intentemos vendernos en el mundo del trabajo freelance sin tener nada que mostrar.

Sin respuesta

Aunque parezca mentira, la gestión del correo electrónico no suele ser uno de los puntos fuertes para muchos freelancers, especialmente para los más “creativos”. Y es una pena porque muchas veces llegan muchos mails en los que se pide más información o en los que se contacta para un posible trabajo desde casa y se quedan sin responder, o se responden tarde y mal.
A veces esto se produce cuando el freelance tiene una alta carga de trabajo para profesionales, sin pensar en que aunque no pueda asumir un encargo extra, sí que puede crear una relación que puede ofrecer frutos más adelante. La solución más sencilla es reservar un espacio cada día para gestionar el correo electrónico, echando mano de todas esas buenas prácticas de las que tantas veces os hemos hablado.

Errores tipográficos

Controla que tu página Web, tu blog corporativo, los e-mails que mandas, etc. no contengan no sólo ningún error ortográfico sino también tipográfico. Cualquier errata que contengan se disparará como una alarma en nuestro posible cliente, ya que si cometemos esos errores al “vendernos”, ¿Qué haremos con su encargo?

Sin referencias

Conseguir buenas referencias forma parte del proceso de construir nuestra marca personal. Si nadie está dispuesto a decir públicamente que hemos hecho un buen trabajo freelance, que somos serios y profesionales, que cumplimos con la entrega, etc. daremos una impresión amateur y podemos alejar a más de un posible cliente.

No lo comprendes

Después de un intercambio de opiniones, tu posible cliente llega a la conclusión de que no eres capaz de comprender qué es lo que  te está pidiendo o que no eres capaz de adaptarte a sus necesidades.
Esto puede producirse cuando al querer ahorrar tiempo en tu gestión de correo electrónico, haces una lectura diagonal de los mails que te llegan, enviando como contestación respuesta pre-definidas y genéricas, que no tienen en cuenta una problemática concreta.

No sabes venderte

El trabajo desde casa por internet tiene muchísima competencia así que tienes que preguntarte esto: ¿Por qué eres el mejor en tu campo? ¿Por qué eres el profesional perfecto para llevar adelante ese encargo? Hay miles de freelancers “ahí fuera” que hacen lo mismo que tú así que...¿Por qué debería confiar en ti?

Cuidado con las redes sociales

Las redes sociales son por supuesto una de las mejores herramientas que tienen los que tiene un trabajo freelance para promocionarse, pero también son herramientas que les dejan “expuestos”. Muchos clientes van a querer investigar nuestra reputación on-line antes de apostar por nosotros.
Cuidar al máximo la imagen que estamos trasladando a la Red es fundamental, porque un pequeño error puede hacer que paguemos meses de buen trabajo y dedicación.

Falta de entusiasmo

Cuando las aptitudes profesionales y las habilidades de varios de los freelancers que se postulan ante vacantes de empleo son similares, entran en cancha otros factores.
Uno de los más decisivos es el entusiasmo que muestre el profesional por el proyecto que se le está presentando. Alguien que esté desando ponerse manos a la obra y que demuestre que realmente quiere el proyecto, tiene muchas posibilidades de conseguirlo.

martes, 17 de julio de 2012

10 habilidades para triunfar como freelance


Tanto si queremos dar el salto al mundo del trabajo freelance como si nos estamos planteando seriamente montar una pequeña start-up, necesitamos dominar una serie de habilidades básicas que no suelen aprenderse en los libros de texto.
Sólo la experiencia nos hará darnos cuenta que además de ser realmente buenos en nuestra área de especialización, deberemos ser buenos contables, saber gestionar y dirigir un proyecto e incluso, aprender a lidiar con impagos y morosos. Te mostramos algunas características que debes potenciar.
Serás el dueño de tu propia empresa
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que dar el salto al mundo del trabajo freelance supone en la práctica, convertirte en el dueño de tu propia empresa, con todo lo que ello implica.
A partir de ahora toda la responsabilidad caerá encima de tus hombros lo cual quiere decir que serás el responsable directo de tus triunfos y de tus fracasos. Por un lado tendrás la oportunidad de crecer y gestionar tu negocio tal y como siempre has deseado, pero por el otro tendrás que enfrentarte a nuevas responsabilidades para las que quizás no estés preparado. 
Recuerda que como freelance desaparece la barrera entre jefe y empleado. Tú eres tu jefe pero también eres tu propio empleado. Una vez que asumes que esto va a ser así, estás casi preparado para dar el salto.
Contabilidad
Una de las tareas menos agradecidas a las que se tiene que enfrentar todo freelance es la contabilidad y gestión financiera de su nuevo negocio. 
Aunque buena parte de este “trabajo sucio” puedes ponerlo en manos de una gestoría, no te librarás de tener que registrar cada gastos que hagas, ordenar y clasificar tus facturas, aprender dónde y cómo puedes desgravar, guardar todos los tickets de compra, etc. Es aburrido y en ocasiones desesperante pero es una tarea de la que depende la viabilidad de tu nuevo negocio.
Reclamación de impagados
Tarde o temprano te vas a dar cuenta de que algunos clientes se demoran más de lo esperado en el pago, y poco a poco te vas a convertir en esa persona obligada a llamar todas las semanas reclamando facturas por pagar o que envía e-mails “intimidatorios”.
Como en el caso anterior, si las cosas te empiezan a ir muy bien siempre puedes contar con los servicios de un profesional que lo haga por tí pero… esa tarea ingrata siempre estará ahí.
Dirección de Recursos Humanos
Un negocio o empresa de éxito se caracteriza, entre muchas otras cosas, en que se preocupa por el bienestar de sus empleados. Facilitan la conciliación de su vida personal y profesional, les ofrecen beneficios sociales, jornadas más flexibles, etc.
En este caso tienes que tener en cuenta que tú eres el único recurso humano de tu empresa, y que esta no es razón para renunciar a lo que indicamos en el párrafo anterior. En primer lugar, tienes que saber encontrar un equilibrio entre tu tiempo personal y tu tiempo de trabajo desde casa, dejando muy claro desde el principio donde se encuentran los límites.
Entre otras muchas cosas debes de preocuparte además por mantener un espacio de trabajo productivo, controlar tu salud con chequeos anuales, hacer vida social con otros freelancers y clientes, etc.
Director de proyectos
Independientemente de cuál sean tus principales habilidades, resulta crítico que seas capaz de gestionar y dirigir un proyecto de forma adecuada. Deberás aprender a planificar, a establecer un timing y fechas de entrega realistas, a controlar y balancear la carga de trabajo, etc.
Afortunadamente hoy en día los autónomos y freelancers cuentan con un gran número de herramientas que puede ayudarle para tal fin. Gestores de tareas, agendas, calendarios, métodos de GTD, etc. cualquier programa de estas características puede ayudarnos a poner orden en nuestros proyectos.
 Servicio de atención al cliente
Aprender a dar un buen servicio de atención al cliente es probablemente una de las habilidades más importantes que debe desarrollar cualquier freelance que aspire a triunfar en su profesión.
Entender qué es lo que necesita nuestro cliente y saber comunicárselo de forma eficaz no es ya solamente una habilidad crítica, sino que es vital. Debemos aprender a gestionar sus quejar y reclamaciones, atendiendo a las que sean razonables sí, pero también saber decir NO cuando sea necesario.
Como en el caso de las empresa, un cliente contento es un cliente que repite y lo más importante aún:es un cliente que nos recomienda.
Comercial
Otra de las habilidades que pocos freelancers admiran, pero que son vitales para la viabilidad de todo negocio. Si no somos capaces de vender nuestras ideas, nuestras habilidades y en definitiva, nuestra persona, no tendremos ningún negocio al que aspirar.
Los mejores profesionales con un trabajo freelance son aquellos que saben atraer y rodearse de clientes potenciales, dominando el arte de “engancharlos” para colaborar en proyectos, trabajar juntos y convertirlos más tardes en nuevos y fieles clientes.
Experto en Social Media
Parecido a Comercial pero poniendo el foco en Internet y las redes sociales. Cada vez son más los autónomos y profesionales que hacen negocios en la Red y tienen su trabajo desde casa por internet. Tenemos que tener en cuenta que nosotros somos nuestra propia marca, por lo que debemos diseñarla y exponerla en Internet y las redes sociales si queremos llegar a un mayor número de potenciales clientes.
Facebook, Twitter, LinkedIn, etc. son sólo algunos de los canales en los que debemos estar, aunque no nos guste. Debemos tomarnos este aspecto como parte inherente de nuestra profesión y dedicar un tiempo cada día o cada semana para promocionarnos en estos nuevos canales.
Blogger
La mayoría de los freelancers creativos que acaban  por triunfar en su campo, cuentan con su propio blog personal. El blog es una herramienta estupenda para promocionar nuestro trabajo, para demostrar de qué somos capaces y cómo merece la pena invertir en nosotros.
Lo normal es que no obtengamos beneficios directos a través de nuestro blog, pero representa un valor intangible que no tiene precio, por su enorme capacidad para despertar la curiosidad y atraer a nuevos clientes y proyectos.
Técnico de mantenimiento
No sólo deberemos de preocuparnos por mantener nuestro espacio de trabajo limpio y ordenado, sino que además deberemos de preocuparnos de gestionar el mantenimiento de toda nuestra empresa.
Deberemos preocuparnos por aspectos como mantener al día nuestro ordenador, disponer de un buen sistema para gestionar nuestras copias de seguridad, asegurarnos que siempre disponemos de conexión a Internet, comparar cuales son las mejores tarifas de datos, etc.